miércoles, 26 de octubre de 2011

....

+Yo no elegí enamorarme de tí, pero la primera vez que te besé nuestros dientes se rozaron por una milésima de segundo y fué increíble... Y la hora exacta de ése beso eran las 12:10 y quité la pila del reloj para que se quedase detenida para siempre, parada. El minuto exacto en el que me besaste está metido en un reloj para siempre y ya nunca sé que hora es, pero me da igual. Y desde entonces miro constantemente el reloj.

No hay comentarios:

Publicar un comentario